Monday, August 07, 2006

PRANAYAMA EL ALIENTO ENERGETICO




Definición de PRANAYAMA.
Pranayama es la ciencia del control de la respiración, es el núcleo central de la práctica del Hatha Yoga.

Hatha Yoga: Hatha es una palabra sánskrita formada de dos raíces: ha, que significa «sol», y tha, que significa «luna». Al flujo de la respiración por la fosa nasal derecha se le llama «respiración solar» y al de la fosa nasal izquierda, «respiración lunar». La disciplina básica del Hatha Yoga es la regulación de la respiración, la armonización de sus corrientes positiva (solar) y negativa (lunar) o masculina y femenina. El Hatha Yoga se puede considerar como una higiene que se dedica a la purificación de todo el organismo y que tiene amplios beneficios prácticos para la salud, para el sistema nervioso, las glándulas y los órganos vitales.

Pranayama es un palabra sánskrita que está formada por dos raíces: Prana y Yama. Prana que significa aire vital y Yama que significa doma. Al conocimiento y la doma del prana manifestado en un individuo se le llama pranayama. Siendo pranayama todos los ejercicios yóguicos aconsejados en Hatha Yoga que están encaminados a este fin. El prana puede almacenarse en el cuerpo, especialmente en el plexo solar.

Prana. Traduciremos prana como «aliento de vida» en vez de «respiración» para así indicar su dimensión más amplia. Prana es la fuerza que hay en la respiración y «la fuerza vital de cada ser». El prana es la fuerza vital que hay dentro y alrededor de nosotros. Actúa en nuestra respiración, circulación, digestión y demás procesos del cuerpo y, al mismo tiempo, es la fuerza vital universal que compartimos todos.

El aire está muy cargado de prana y también lo encontramos en los alimentos que ingerimos, en especial los que han madurado al sol. Como el aire es el más vital de todos los elementos, una mejoría de los métodos de respiración significa un abastecimiento más rico de prana, o sea, de vida en sí.

Existen en el cuerpo concentraciones de prana que se almacenan en el cuerpo. Estas concentraciones latentes y enroscadas, son fuentes de fuerza fisiológica y psíquica que se ponen en acción con más facilidad con el pranayama. Esto es lo que ocurre con la práctica del Kundalini Yoga y del Vyayam.

Respiración Defectuosa.
Sólo una minoría de adultos respiran con toda eficacia y sacando el máximo partido para su salud. Los niños, salvo que tengan algún defecto físico, respiran mejor que los adultos; pero tan pronto como se someten a las presiones sociales y a tensiones, desarrollan los hábitos defectuosos de respiración de sus padres, sobre todo la respiración poco profunda con la parte superior del pecho.

La pérdida de un correcto hábito de respirar trae consigo siempre una consecuencia destructiva para la salud. La corriente sanguínea no se purifica, no se oxigena debidamente ni se queman tampoco correctamente los alimentos para aportar energía. Esto puede justificar la fatiga, jaqueca y neurastenia de la vida civilizada.

Necesidad de Oxígeno del Hombre.
Los billones de células de nuestro cuerpo necesitan respirar, necesitan tomar oxígeno y devolver dióxido de carbono, el producto de desecho de las actividades que realizan las células. Los pulmones hacen que el oxígeno pase del aire que respiramos a la sangre para llevarlo a las células. La circulación de la corriente sanguínea lleva también los gases residuales y los pulmones los expulsan como dióxido de carbono al expeler el aire con la respiración.

Podemos decir que el oxígeno es nuestro principal alimento. Es imprescindible para el proceso metabólico del que depende nuestra vitalidad. Con la combustión de los alimentos se produce energía. Se necesita una aportación de oxígeno grande y constante para la combustión de los productos alimenticios (oxidación). La cantidad que absorbemos a través de la piel es insuficiente para satisfacer estas necesidades, por lo que dependemos del funcionamiento de los músculos y órganos del sistema respiratorio.

El Tracto Respiratorio.
Los principales componentes del tracto respiratorio son las fosas nasales, la faringe, la laringe, la tráquea, los bronquios y los pulmones.

La respiración yóguica (y sana) utiliza la nariz y no la boca. Los conductos nasales están revestidos de finos pelillos, que hacen de filtros y retienen polvo y bacterias, y de membranas mucosas que calientan y humedecen el aire que entra.

El Proceso de Respiración.
El acto de respirar es una función muscular compleja, cuya coordinación está dirigida por un centro respiratorio que esta en el cerebro. Entre sus células hay un grupo que es responsable de la inhalación y otro, de la exhalación. La inhalación es un proceso activo; la exhalación es un proceso pasivo, un retroceso, un escape.

Los músculos que entran en acción para llenar y vaciar los pulmones son los del diafragma, los de las paredes del pecho y los de las costillas flotantes. El diafragma es el músculo más fuerte y tiene un movimiento de vaivén hacia arriba y hacia abajo parecido al de un pistón.

Durante la inhalación, se aplana la cúpula del diafragma, presionando hacia abajo las vísceras que hay debajo y abultando el abdomen cuando se hace una respiración profunda. Al mismo tiempo, se expande la caja torácica y la presión atmosférica que hay fuera del cuerpo hace que se llenen los pulmones a través de las fosas nasales (o la boca), la faringe, la tráquea y los bronquios.

Durante la exhalación se produce un retroceso activo. La caja torácica se relaja, los músculos abdominales se encogen y el diafragma, que había descendido por la presión del aire que entraba, sube por su propia elasticidad. Durante este proceso, se expulsa el aire de los pulmones. La exhalación es una liberación de la tensión o expansión.

En condiciones normales, los pulmones se inflan y se desinflan. Tienen elasticidad, pero no son órganos musculares. Su expansión y su contracción depende de los músculos de la caja torácica y del diafragma.

El Aire Residual.
Al aire que queda en el cuerpo después de procesarlo se le llaman volúmen residual. Parte de este aire queda en los pulmones y también en un espacio muerto que queda entre los pulmones y la nariz. Puede haber un volúmen residual mayor en las personas que padecen alguna enfermedad pulmonar y en las que han estado inactivas durante mucho tiempo.

El pranayama hace que el aire fresco pueda mezclarse saludablemente con el aire estático de los pasadizos respiratorios y los pulmones.

Deuda de Oxigeno. Se produce una deuda de oxígeno cuando su proporción en la sangre es inferior a la necesaria. Un indicio familiar de esta situación es el bostezo. Una forma de estimular la respiración para que sea más profunda consiste en hacer ejercicios energéticos con los principales músculos del cuerpo (Vyayam, Danzas...). Otro método consiste en estar quieto de pie o sentado y hacer respiraciones profundas voluntariamente. Este último es el que se utiliza en el pranayama.

Respirar Mejor.
Con la práctica del pranayama los músculos de la respiración y los pulmones funcionan con más eficacia y, al cabo de algún tiempo, lo hacen de forma habitual, con gran beneficio para el bienestar psicofísico. La respiración yóguica aumenta la vitalidad del cuerpo, mejora la transformación de aire en los pulmones, purifica la sangre, calma y tonifica el sistema nervioso y fomenta el equilibrio mental y la ecuanimidad. Relaja el cuerpo y la mente. Una respiración correcta enriquece la sangre, estimula la circulación y nutre de fuerza vital la sangre, los tejidos y los órganos.

¿Por qué necesitamos aprender a respirar?
Respiramos desde que nacemos, pero hay una diferencia abismal entre respirar de una forma superficial e incorrecta y hacerlo bien para tener salud y vitalidad. Por tener habitualmente una respiración superficial e imperfecta, dejamos de sacar el máximo beneficio de la purificación y la vitalidad que tenemos gratuitamente a nuestro alcance en el aire que inhalamos.

Las inhibiciones y las represiones morales, sociales, físicas (malas posturas y centros de tensión muscular) y ambientales (habitaciones mal ventiladas, etc.) destruyen la capacidad que teníamos de pequeños para hacer respiraciones profundas y sanas. Sin ser conscientes de ello, el paso de los años va acompañado de un deterioro de la eficiencia y la eficacia de la respiración. La sociedad occidental propensa a crear estados de ansiedad y estrés, hace que los músculos respiratorios se contraigan y acelera la pérdida de movilidad y elasticidad de los músculos de la caja torácica y del diafragma. La respiración se va haciendo más superficial y más restringida, con lo que se toma menos aire y menos oxígeno, que es el más vital de todos los alimentos.

Con la respiración controlada del Yoga levantarás tu nivel de vitalidad, aclararás la consciencia, tonificarás el sistema nervioso, darás más brillo a tus ojos, darás elasticidad a tu forma de andar, te sentirás ágil y optimista y flotarás con el flujo de la vida, en armonía y serenidad.

¿Es Antinatural una Respiración Controlada de Forma Segura?
La respuesta a esta pregunta es NO, ya que el organismo humano esta equipado con una respiración que es, al mismo tiempo, automática y controlada conscientemente. Si hay algo antinatural son los hábitos de respiración reducida e incorrecta que se adquieren según crecemos.

Las Cuatro Etapas de la Respiración.
En el Pranayama somos conscientes de que el acto de la respiración tiene cuatro etapas distintas:

Inhalación o Puraka. En Yoga se trata de un proceso contínuo, perfectamente controlado.
Una pausa de la respiración o Antara Kumbhaka. Se retiene el aire en los pulmones llenos.
Exhalación o Rechaka. Es un proceso suave y contínuo, un retroceso o relajación del llenado de los pulmones. En Yoga se tiene mucho cuidado de que la expulsión del aire sea total.
Otra pausa de la respiración o Bahya Kumbhaka. Es una suspensión de la respiración sin hacer ningún esfuerzo, al final de la cual empieza a producirse una ligera y suave entrada de aire por las fosas nasales y volvemos a la primera etapa.


Inhalación (Puraka).
En Yoga trabajamos siempre bajo un criterio de comodidad. El punto de referencia para realizar detener la expansión y el inflado de los pulmones debe estar siempre un poco por debajo de la aparición de molestias. La competición no tiene nada que ver con el espíritu del Yoga.

Es un argumento falso pretender meter demasiado aire en los pulmones, ya que es un error pensar que, más allá de cierto punto (que es un umbral de comodida fácil de conseguir), cuanto más aire tomemos más oxígeno absorbemos. Es cierto que tras un breve período de respiración profunda, se alcanza un punto en el que se toma la cantidad óptima de oxígeno y lo que exceda de esta cantidad se expulsa con la exhalación. Desde el punto de vista del Yoga, debemos preocuparnos por otros factores distintos de la cantidad de aire, sino de la suavidad y la duración de la inhalación y la exhalación, y las pausas que se producen entre ellas. En una palabra: control. En la práctica del yoga, es en la quietud de la meditación cuando se necesita la cantidad mínima de aire.

Suspensión (Kumbhaka).
Contener la respiración es un acto consciente que controla el mecanismo que regula automáticamente nuestra respiración. Al contener conscientemente la respiración actuamos como si pasáramos de un sistema automático a otro manual. Se necesita práctica para hacerlo con suavidad y sin problemas, lo que significa que hay que evitar todo esfuerzo y hacer que predomine la comodidad.

Cuanto más tiempo se haya practicado respiraciones profundas, más relajado y tranquilo estarás sentado y con más facilidad se retendrá el aire en los pulmones, o mejor se hará la pausa con los pulmones vacíos.

Si después de la retención, sale el aire con fuerzo y haciendo ruido, es porque has prolongado demasiado la retención: hay que soltar el aire como una corriente tranquila y suave por la nariz. Del mismo modo, después de una pausa en vacío, el aire debe empezar a subir por la nariz sin prisa y con tranquilidad. No impulses los músculos y los pulmones más de lo que permita cómodamente su capacidad. La facilidad y la comodidad con que lo haces queda reflejada en la serenidad de la expresión de tu rostro.

Exhalación (Rechaka).
En el Pranayama se dedica el doble de tiempo a vaciar los pulmones que a llenarlos. Cuanto más completa es la exhalación, más eficaz es la purificación y mayor es la expansión de los pulmones y la entrada de aire fresco y oxígeno de la inspiración siguiente.

La psicología del Yoga dice que todas las ideas tienen emociones concomitantes y que éstas influyen en los procesos respiratorios. Las emociones excitadas producen una respiración violenta; una respiración suave es indicio de emociones tranquilas.

Proporción en Pranayama.
La respiración yóguica concede gran atención al proceso de exhalación; la proporción entre la inhalación y la exhalación es 1:2. La exhalación se hace más larga para obtener el máximo control sobre los pulmones, de forma que el aire viciado pueda ser extraído en su totalidad de los alvéolos pulmonares, ya que en la respiración normal se expulsa solamente una pequeña cantidad de aire procedente del ápice pulmonar, mientras la base permanece casi inactiva. Mientras los alvéolos pulmonares permanezcan llenos de anhídrido carbónico, ningún esfuerzo aplicado a la inhalación puede aportarles aire fresco de la atmósfera. Esta es una de las razones por las que la respiración yóguica enfatiza la exhalación lenta, larga y profunda. Cuanto más aire se expulsa, más aire fresco de la atmósfera penetra en los pulmones, ya que no puede existir ningún vacío en los alvéolos.

Por lo tanto en la práctica de la respiración yóguica, la primera lección es comenzar con inhalaciones y exhalaciones, manteniendo la proporción 1:2, comenzando con 4 segundos de inhalación y 8 de exhalación. Aumentar lentamente la proporción bajo la guía de un profesor. Cuando aprendamos este hábito de la inhalación y exhalación, el siguiente paso es retener la respiración proporcionalmente. De acuerdo con la respiración yóguica, la proporción entre la inhalación y la retención es de 1:4. La retención es cuatro veces la inhalación, y la exhalación es solamente dos. La proporción es: 1:4:2. El mínimo para comenzar es 4 segundos de inhalación, 16 segundos de retención y 8 segundos de exhalación. Después aumentar a 5.20.10; hasta terminar con 8.32.16.

Requisitos para hacer Pranayama.

Necesitamos un Mudra. Mudra es un gesto corporal que puede ser la totalidad del cuerpo, o una parte. Y ese gesto corporal, se convierte en un canal por el cual la energía fluye, de una forma determinada. Llevamos la energía de un lado a otro a través de un Mudra. Puedes poner las manos juntas en tu regazo, con las palmas hacia arriba y apoyando el dorso de la manos derecha sobre la palma de la mano izquierda y juntando los pulgares. También puedes dejar la palma de la mano izquierda sobre la rodilla izquierda y la de la derecha, sobre la rodilla derecha. También puedes enderezar los brazos hasta poner los codos en línea recta y apoyar el dorso de las manos sobre las rodillas de su lado correspondiente, haciendo el Símbolo o Sello del Conocimiento (Jnana Mudra) juntando las puntas de los dedos pulgar e índice y poniendo rectos todos los demás. Este signo simboliza la Unión que es el Yoga.
Necesitamos una Asana. Una asana es un posicionamiento del cuerpo: firme, estable y relajado. Se adopta una posición sentada inmóvil y relajada. Esto significa que hay que sentarse en el suelo con las piernas cruzadas, la espalda recta, la cabeza nivelada y la espina dorsal, el cuello y la cabeza en línea vertical, sin que haya nunca rigidez. En caso de no poder sentarnos de tal manera, nos podemos sentar con la cabeza y la espina dorsal en línea recta en una silla de respaldo recto o en un taburete, apoyando la espalda y la cabeza en la pared.
Necesitamos un Dharana. Dharana es la concentración de la atención mental en un punto sostenido, excluyendo a esta atención de cualquier otro punto; es decir coger los cinco sentidos y fijarlos en un punto, sosteniéndolo, no que estén tocando diferentes cosas


Condiciones Previas:

Deja que pasen por los menos dos horas después de una comida fuerte y una hora después de una ligera, antes de empezar la sesión de pranayama.
Siéntate en una habitación limpia, bien ventilada y agradable. Es mejor estar en silencio y al aire libre, si el tiempo y la temperatura lo permiten.
Lleva un mínimo de ropa que no sea apretada o hazlo completamente desnudo, para sentir mejor tu piel en la respiración.
Si es posible, vacía la vejiga y evacúa los intestinos antes de empezar.

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